lunes, 9 de agosto de 2010

EJERCITO MEXICANO


Los origenes de donde se origino lo que hoy dia conocemos como la sedena (secretaria de la defensa nacional).

En la época prehispánica en 1428 y con la derrota de los tepanecas de Azcapotzalco, surge en el centro del país la Triple Alianza, formada por los reinos de México-Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba del que dependieron como tributarios, 38 señoríos desde las costas del Golfo de México, hasta las mesetas centro y sur del Anáhuac.

La civilización mexica desplegó gran poderío social, económico y cultural. Eminentemente sacerdotal y guerrero, su ejército alcanzó organización y disciplina muy desarrollada para su época, lo que incluía:

1. Instrucción castrense: Entre los aztecas, la preparación militar era obligatoria para los jóvenes varones que recibían su educación de acuerdo a su estrato social, yendo los nobles al Calmecac destinada a la formación de oficiales, sacerdotes y gobernantes; los plebeyos acudían al Telpochcalli que aportaba los contingentes para la defensa, la conquista y las guerras floridas, cuyo único objetivo era capturar prisioneros dedicados al sacrificio. La actividad bélica era el único camino para el ascenso social.

2. Organización de los cuerpos armados: La décima parte de la población varonil servía en el ejército, cada Calpulli o barrio formaba un escuadrón de entre 200 a 400 guerreros a cargo de un Tepochtlato, cada escuadrón se dividía en escuadras de 20 guerreros a cargo de un Tiachcouh, los Tepochtlatos respondían ante el Tlacocachcatl. Estos contingentes eran reforzados por un millar de flecheros y otros mil canoeros, sumando entre todos unos ocho mil individuos. Texcoco y tenía efectivos equiparables y Tacuba, dos mil. Los cuatro mayores Calpullis tenían comisiones específicas en el Alto Mando, el mayor de todos llamado Tlacatécatl se encargaba de la organización (por analogía era como el Estado Mayor de un ejército moderno; los Pochteca tenían asignadas las funciones de información, contra información y propaganda (lo que hoy en día es espionaje e inteligencia), el Tlacatecuchtli se encargaba de instrucción y operaciones, donde también participan los maestros del Calmécac Tepochcalli, finalmente el Toyoyahuacatl se encargaba de los servicios, abastecimientos y evacuaciones. dotadas de unidades Tecoyahuacatl para adquisición depósito y reparto de vestuario, víveres y otros abastecimientos, el Huitzináhuatl para la inspección de tropas y materiales y tamemes para el transporte. El acopio y suministro de armas lo realizaba cada Tlacocachcatl. Los aztecas tenían además una compleja industria de fabricación de armas con talleres y obreros especializados que almacenaban los recursos en los Tlacochcalco.

Contrario a los señoríos débiles a los que dominaban, no construyeron fortificaciones defensivas, mientras que los tlaxcaltecas, mixtecos y zapotecos usaban fosos y parapetos, incluso recintos amurallados como Mitla y Xochicalco.

También es clara la analogía de los mexicas con los ejércitos del Viejo Mundo como el orden y seguridad de sus columnas y líneas, con determinantes de posición, estacionamiento, detención y vigilancia, retirada, marcha y ataque, sitio y cerco, con tal intuición bélica que al arribo de los hispanos, les permitió la rápida asimilación de algunos recursos y tácticas empleados por estos, bajo ciertos límites.
Es en ese entonces se forma el ejercito insurgente.
En esta etapa, las fuerzas se conformaron con base a la incorporación de voluntarios, pero el germen del ejército fueron los 8 sirvientes de Hidalgo, 70 presos liberados y unos centenares de campesinos, empleados y artesanos. El Ejército Insurgente se formó el 16 de septiembre de 1810 y fue encabezado por el cura de Dolores como Generalísimo, por el Capitán General Ignacio Allende y el Teniente General Mariano Abasolo.

La capacidad de estos milicianos era sumamente limitada: el Generalísimo carecía de conocimientos militares y sus inmediatos inferiores solo sabían de su experiencia en escuadrones. Ignacio Allende tenía considerable intuición bélica, lo que les permitió cosechar grandes triunfos.

Sin una estructura definida, el ejército insurgente creció con rapidez; en San Miguel el Grande eran 5,000, en Guanajuato 80,000 y si bien llegaron a tener mayor cantidad de armas de fuego que el ejército realista, estas eran piezas mal fundidas y peor servidas.

Las operaciones militares durante la Guerra de Independencia tuvieron cuatro etapas: la primera con el Grito de Dolores bajo el mando de Hidalgo; la segunda jefatura por José María Morelos, la tercera anárquica destacando solamente la expedición de Francisco Javier Mina, y la cuarta, la de Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.
ejercito realista.
Después de la conquista, los españoles establecieron un sistema militar radicado en milicias, con un pequeño contingente que podía considerarse como ejército regular. Los primeros contingentes fijos del Virreinato se establecieron a partir de siglo XVII para custodia del Real Palacio y protección de puertos y puntos clave fronterizos, asegurando el sometimiento de los pueblos ocupados, rechazar incursiones de tribus nómadas y repeler invasiones de otros países europeos si las hubiera.

Un cuerpo desconocido hasta fechas recientes fue el Cuerpo de Presidiales o "Cuerudos" ya que usaban como armadura una chaqueta de cuero de cuatro a siete capas (de la cual solo queda como ejemplo el traje típico de los Tamaulipecos), soldados de infantería, caballería, artillería un capellán y un cirujano por cada 2000 soldados. Desde el primer presidio, avanzaron desde 1620 hasta 1810 en la Alta California, Texas, Arizona, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sonora, Chihuahua y Nuevo México, colonizando nuevas tierras para la Coronoa. Estos cuerpos formados en su mayoría por mestizos, hábiles jinetes y hombres indomables, se lanzaron a los combates contra franceses, ingleses, comanches, rusos y piratas argentinos al grito de "Santiago y a muerte". Existen múltiples batallas descritas y una de estas unidades fue la que logró capturar a Miguel Hidalgo.

La verdadera organización de un ejército colonial la realizó el Teniente General Juan de Villalba en 1766, donde la alta oficialidad era designada por las autoridades peninsulares y los mandos medios se reclutaban entre las familias criollas (los próceres de la Independencia formaban parte de la oficialidad de esas milicias), pero para hacerse de tropa primero se recurrió al sorteo entre vecinos, que al no haber censos y si haber ocultamiento de pobladores se echó mano del más perverso sistema, el reclutamiento por leva; esto es el reclutamiento forzado de individuos que luego eran remitidos a los cuarteles, sistema que muchas veces se utilizó para sistemas de venganza y despojo de bienes, así como eliminación de personas indeseables para los poderosos. Este sistema se mantuvo durante todo el tiempo de la colonia y sobrevivió en varias etapas del México independiente, fue de peso preponderante en el porfiriato y aun se vio en la Revolución.
EJERCITO TRIGARANTE.
Éste es el primer ejército del México independiente y resultó de la fusión de las fuerzas armadas realistas y los grupos guerrilleros insurgentes.

Era 1821 y únicamente quedaba el reducto insurgente de Vicente Guerrero en las montañas del sur, el Virrey Juan Ruiz de Apodaca envió contra él al Coronel José Gabriel de Armijo, quien fue reemplazado por el Coronel Agustín de Iturbide quien le pidió a Apodaca grandes derramas de oro para sofocar la rebelión. Una vez en poder de los bienes y con el propósito insano de impedir la instauración de en la Nueva España de la nueva constitución liberal española y a fin de continuar con un régimen absolutista, pretextando la independencia (ajena a la idea original), proclamó el Plan de Iguala por lo que Guerrero y sus seguidores se le unieron, logrando después de siete meses que el Teniente General don Juan O'Donojú, último Virrey nombrado por la Corona Española con los Tratados de Córdoba reconociera Independencia y Plan a la vez. El 27 de septiembre Iturbide entró a la cabeza del Ejército Trigarante triunfalmente a la Ciudad de México. Se trataba del primer ejército más o menos organizado del México Independiente, con un número aproximado de 16 mil hombres, predominaba en él la vieja oficialidad colonial que se inclinaba por defender una política centralista.

En lo que llegaba un líder adecuado para gobernar al país, el plan proponía una la creación de una "Junta Gubernativa"; esta se estableció al día siguiente e Iturbide fue nombrado Jefe Supremo de las Fuerzas de Mar y Tierra con el título de Generalísimo Almirante; Iturbide organizó de inmediato la administración pública con cuatro secretarías, una de ellas la de Guerra y Marina cuyo primer titular nombrado el 4 de octubre de 1821 fue el marino retirado Antonio de Medina Miranda que la organizó en 8 secciones: Infantería, Caballería, Artillería, Marina, 'Fortificación e Ingenieros', 'Capitanías y Comandancias Generales', 'Presidios y Puntos Militares', 'Militares Retirados y Hospitales' y 'Montepíos, Pensiones y Premios'.

Siendo casi una copia del español, aumentándole solo el rango de Generalísimo se conservó la escala jerárquica, la organización, el corte de uniformes y el armamento. Solo se modificaron las divisas, el escudo de armas y las banderas y sobre todo, se siguió conservando la obligatoriedad de la pureza de sangre para escalar las posiciones superiores.

El Alto mando quedó integrado por el Generalísimo Iturbide, el Teniente General Pedro Celestino Negrete, 5 Mariscales de Campo: Anastasio Bustamante, Luis Quintanar, Vicente Guerrero, Manuel de la Sota Riva y Domingo Estanislao Luaces, y 11 Brigadieres: Antonio Cordero y Bustamante, Melchor Álvarez, José Morán, Nicolás Bravo, José Joaquín de Herrera, José Antonio de Echávarri, Miguel Barragán, José Joaquín Parrés, Juan Horbegozo, José Antonio Andrade y Manuel María Torres Valdivia.
EJERCITO NACIONAL.
Este enfrentó la Guerra de Texas, la Guerra de los Pasteles y la invasión estadounidense, siendo un ejército que resultó poco apto para el combate, y según el historiador Vicente Riva Palacio, en su obra "México a través de los Siglos", citado por Humberto Mussachio: 'sus jefes, más preocupados por obtener empleos bien remunerados y otros privilegios, principalmente Santa Anna actuaron, con sus excepciones, impulsados por la cobardía y la traición'1. Pese al desastre que en términos militares significó la guerra con los estadounidenses, la oficialidad continuó como la principal fuerza política hasta el triunfo de la Revolución de Ayutla, cuando un ejército popular, dirigido por viejos insurgentes o por oficiales improvisados, echó del poder a Santa Anna, acabó con los fueros militares y como 'Ejército Liberal', combatió a los restos de sus fuerzas que se reagrupaban una y otra vez como 'Ejército Conservador' hasta haber sufrido una derrota por los liberales durante las guerras de Reforma.

El Colegio Militar, que servía como reducto y centro de formación para los conservadores, fue suprimido por los liberales en 1860. El cuerpo de élite del ejército mexicano entre 1821 y 1870 fueron los lanceros, tropas de caballería que usaban la vieja y efectiva lanza en lugar de portar algún arma de fuego.

El Ejército Liberal fue quien enfrentó a los franceses, quienes teniendo en ese entonces el aparato bélico más poderoso, no se preocuparon en reorganizar y abastecer de pertrechos al Ejército Conservador, ya que los veían como una amenaza que en cualquier momento, podrían pasarse al bando contrario. Por otra parte, el ejército de Juárez operó como guerrilla ante la incapacidad de hacerle frente a los franceses con tácticas de guerra convencional, dispersándose en pequeñas guerrillas que no dieron descanso a los invasores. Tras una larga guerra, incapaces de dominar el territorio Mexicano, los franceses se vieron obligados a salir de México, y el ya derrotado Ejército Conservador sucumbió en Querétaro, restaurando entonces la República.

Sin restarle mérito al Ejército Liberal de esa época, no hay que olvidar que en estas fechas los Estados Unidos de América se encontraban en su Guerra de Secesión, motivo por el cual los franceses se aventuraron en esta Guerra; una vez que los Estados Unidos de América derrotaron a los Estados Confederados de América, los franceses se retiraron, ya que de no hacerlo entrarían en guerra no solo con México, si no que también se vislumbraba una posible guerra con los estadounidenses.

Los generales triunfantes, con pleno dominio en las estructuras del ejército, reabrieron el Colegio Militar e hicieron sentir su influencia, sobre todo con la declaratoria del Plan de La Noria y el Plan de Tuxtepec, los cuales dieron origen a la conformación del Ejército Federal.
EJERCITO FEDERAL.
Se estructuró con la incorporación de los viejos militares liberales y no pocos conservadores, integrado con tropas de leva y oficialidad educada en el Colegio Militar, así como expertos asesores venidos del extranjero, principalmente de Alemania. Este ejército, conocido coloquialmente como el porfiriano, se dedicó a mantener el orden y aplastar toda disidencia.
El Ejército Mexicano es resultado de la evolución de las fuerzas revolucionarias emergidas del Ejército Constitucionalista, al ser sometido éste a la reorganización y modernización impuesto por el general Joaquín Amaro; tal programa incluyó la revalidación del grado para los altos oficiales, imposición de disciplina principalmente entre generales y jefes, profesionalizando los cuadros de jefes y clases, combatiendo la corrupción y mejorando en todos sus sentidos los servicios del ejército. Además, canalizó las aspiraciones políticas de los excombatientes revolucionarios.

Para llevar a cabo esta labor, le favoreció su permanencia al frente de la Secretaría de Guerra y Marina hasta 1931, y la fundación del Partido Nacional Revolucionario, que incluyó un sector militar que aglutinaba a los más connotados e influyentes oficiales. Fue el mismo Amaro quien condujo las actividades bélicas contra los Cristeros.

Al arribo de Lázaro Cárdenas como presidente en los primeros dos años (1934-1936, sometió el mando de la secretaría y los mandos subordinados a un cambio permanente hasta que dispuso de hombres de confianza que le permitieron afianzar el poder, lo que le permitió enfrentar con éxito las intentonas golpistas de Plutarco Elías Calles exiliándolo el 1 de abril de 1936. En 1937 se dispuso el cambio de nombre de la Secretaría de Guerra y Marina al de Secretaría de la Defensa Nacional. Finalmente, enfrentó el alzamiento de Saturnino Cedillo en 1938, así como unas insubordinaciones de menor magnitud. Es en 1941 en que los mandos del entonces Departamento de Marina Nacional, dejan de depender de la Secretaría de Guerra y Marina, creándose la Secretaría de Marina y reduciéndose la injerencia del ejército en este menester.

Habiéndose involucrado México en la Guerra Mundial en 1942, Ávila Camacho llamó a colaborar a los principales caudillos, como Cárdenas y Elías Calles y reincorporó al servicio activos a otros generales. En ese tiempo Joaquín Amaro preparó el estudio Problemas de nuestra defensa nacional. En 1952 fue presidente de la república un civil que durante el movimiento armado había obtenido el grado de Capitán Primero, don Adolfo Ruiz Cortines cuyo opositor principal fue el General Miguel Henríquez Guzmán y sus partidarios fueron objeto de actos disciplinarios. Pero para dar cauce a las aspiraciones políticas de los militares oposicionistas se fundó el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana desde el cual se denunció la desviación del gobierno de los postulados revolucionarios de 1910.
El Ejército Mexicano es la rama terrestre de las Fuerzas armadas de México, depende de la Secretaría de la Defensa Nacional y se encarga de defender la soberanía del país, así como de ayudar a proteger la seguridad de sus habitantes. Actualmente cuenta con alrededor de 250,000 tropas activas, más una reserva relativa porque se trata de los conscriptos del Servicio Militar Nacional, con estimación variable de 1,500,000 elementos no acuartelados.


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