lunes, 16 de agosto de 2010

ASESINOS SERIALES


Antonio angles: Pasó dos años en la cárcel por encadenar, golpear y torturar a su ex-novia, aparentemente por haberle robado a éste varios gramos de heroína. La mujer logró salvar la vida gracias a la intervención de la madre y los hermanos de Anglés. Recibió un permiso penitenciario en marzo de 1992, que aprovechó para no regresar a prisión, con lo que no terminó su condena y estuvo a partir de ahí en situación de busca y captura. Antonio Anglés, también conocido como "Asukiki" o "Sugar" se encontraba paseando con el Opel Corsa de su amigo Miguel Ricart y con este mismo. Yendo por la carretera vieron a tres chicas que se encontraban haciendo autostop en una gasolinera, con el fin de asistir a una fiesta de su colegio que se llevaría a cabo en la discoteca Coolor. Anglés les preguntó si se dirigían hacia la discoteca Coolor y las tres chicas subieron al automóvil.

Al llegar a la discoteca Coolor Anglés le dijo a Ricart que continuase conduciendo. Las niñas empezaron a gritar. Acto seguido, Anglés sacó una pistola Star de 9 mm. Las golpeó con la culata del arma y posteriormente las ató. El "Rubio", como llamaban a Ricart, condujo el automóvil hacia Catadau. Esta era la zona donde Anglés solía refugiarse cuando lo buscaba la Guardia Civil. Sugirió la caseta medio derruida de "La Romana" como lugar donde llevar a las chicas. Dos de las niñas fueron violadas tanto por Anglés como por Ricart. A posteriori deciden atar a las niñas y regresar al pueblo en busca de comida. Al regresar violaron a la tercera niña para a continuación cavar la fosa y obligarlas a caminar hasta ella, donde les disparó y enterró. Recogieron los casquillos del arma de fuego y limpiaron el coche.
A partir de ese momento comenzó una intensa búsqueda para tratar de encontrar a las niñas. En enero, después de unas intensas lluvias, la tierra se ablandó y aparecieron los cuerpos. Dos apicultores que cuidaban sus panales se toparon con la fosa. La Guardia Civil en la investigación posterior, encontró en la misma: Un guante de Ricart, un volante de la Seguridad Social a nombre de Enrique Anglés Martins, hermano de Antonio, y un casquillo de bala.

Anglés no estaba en su casa cuando se presentó la Guardia Civil en busca de su hermano Enrique. Comenzó su fuga en la que estuvo escondido durante aproximadamente un mes en algún pueblo de la provincia de Valencia, acosado por la intensa búsqueda de la Guardia Civil y la Policía. Estuvo a punto de ser capturado en el pueblo de Villamarchante, pero consiguió difícilmente escapar de la fuerte redada que se hizo. Apareció de nuevo su pista unos días después en Minglanilla (Cuenca), último lugar de España que se supo que estaba hasta que en marzo de 1993 fue visto de nuevo en Lisboa, donde embarcó como polizón en el barco "City of Plymouth", del que se tiró supuestamente al ser descubierto cerca de las costas de Irlanda. A partir de ahí se perdió su pista para siempre, y se cree que murió de frío o ahogado en esas aguas, pero hasta el día de hoy nada se sabe.

Se encuentra entre los criminales más buscados de la organización Interpol.
presunto asesino español, nació en São Paulo (Brasil) el 25 de septiembre de 1966, pero tan sólo vivió un año en la ciudad brasileña antes de trasladarse a España. Según sus familiares y conocidos era un delincuente habitual de carácter violento que solía propinar palizas a su padre. Tenía antecedentes por robo, atraco y tráfico de drogas. Se le conoce por el triple crimen cometido en la localidad valenciana de Alcácer, más conocido con el nombre de "El crimen de Alcácer", donde presuntamente secuestró, torturó, violó y asesinó a tres niñas: Miriam García, de 14 años, Antonia Gómez, de 15, y Desirée Hernández, de 14 años.

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