miércoles, 8 de septiembre de 2010

TERREMOTO 19 DE SEPTIEMBRE 1985


Un gran terremoto se llevo a cabo el 19 de septiembre de 1985 en la ciudad de mexico.

El epicentro fue localizado en el Océano Pacífico, frente a las costas del estado de Michoacán, muy cerca del puerto de Lázaro Cárdenas. Un informe del Instituto de Geofísica en colaboración con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México publicado el 25 de septiembre de 1985, detalla más aún que el epicentro fue localizado frente a la desembocadura del Río Balsas localizada entre los límites del estado de Michoacán y Guerrero a las 7:17:48 a.m. Tiempo del Centro alcanzando la Ciudad de México a las 07:19 a.m. con una magnitud de 8,1 grados según la escala de Richter. Fue de un sismo de tipo trepidatorio y oscilatorio a la vez y registró una profundidad de 15.0 km. La ruptura o falla que produjo el sismo se localizó en la llamada Brecha de Michoacán, conocida así por su notable, hasta ese momento, carencia de actividad sísmica. Se ha determinado que el sismo fue causado por el fenómeno de subducción de la Placa de Cocos por debajo de la Placa Norteamericana.

Una de las diversas apreciaciones en cuanto a la energía que se liberó en dicho movimiento fue su equivalente a 1114 bombas atómicas de 20 kilotones cada una.

Nunca se ha sabido el número exacto de víctimas debido a la censura impuesta por el gobierno de Miguel de la Madrid. La ayuda internacional fue rechazada en un principio por el primer mandatario, e incluso se sabe que un avión con ayuda humanitaria de Caritas Internacional sobrevolaba el espacio aéreo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ya que no se le daba permiso para aterrizar. Por orden de la primera dama, el avión y la ayuda internacional lograron entrar al la ciudad para apoyar a los cuerpos de rescate mexicanos que, dada la magnitud del desastre, en ese momento no se daban abasto. Después de este incidente fue que el Gobierno Federal decidió aceptar la ayuda internacional al ver sobrepasada sus capacidades de reacción ante tal catástrofe. Años después se hicieron las siguientes apreciaciones al respecto:

Muertes: el gobierno reportó el fallecimiento de entre 6,000 y 7,000 personas. Sin embargo, años después con la apertura de información de varias fuentes gubernamentales, el registro aproximado se calculó en 10,000 muertos.El estadio de béisbol del Seguro Social se usó para acomodar y reconocer cadáveres. Se utilizaba hielo para retrasar la descomposición de los cuerpos.
Las personas rescatadas con vida de los escombros fueron aproximadamente más de 4,000 Hubo gente que fue rescatada viva entre los derrumbes hasta diez días después de ocurrido el primer sismo.
El número de estructuras destruidas en su totalidad fue de aproximadamente 30,000 y aquellas con daños parciales 68,000.
La Torre Latinoamericana fue un caso excepcional de ingeniería pues este terremoto no le causó daño alguno.
Entre los edificios más emblemáticos derrumbados o parcialmente destruidos durante el terremoto fueron:
El edificio Nuevo León del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco
Los edificios A1, B2 y C3 del Multifamiliar Juárez
Televicentro (actualmente Televisa Chapultepec)
Los Televiteatros (actualmente Centro Cultural Telméx)
Una de las Torres del Conjunto Pino Suárez de más de veinte pisos que albergaba oficinas del Gobierno (actualmente Plaza comercial Pino Suárez)
Los lujosos Hoteles Regis (hoy Plaza de la Solidaridad), D´Carlo y del Prado ubicados en la zona de la Alameda Central
Varias fábricas de costura en San Antonio Abad (en la cual murieron muchas costureras)
Así mismo se cuentan hospitales como el Hospital Juárez, Hospital General y Centro Médico Nacional donde se llegó a rescatar a poco más de 2.000 personas a pesar de que en el derrumbe quedaron atrapados tanto el personal como los pacientes que se encontraban en ellos.
Es notable el hecho de que en los hospitales derrumbados, una parte de los recién nacidos —algunos de ellos en incubadora— se lograron rescatar. En especial tres recién nacidos (dos niñas y un niño) que fueron rescatados de entre los escombros del Hospital Juárez siete días después del terremoto. A esos bebés se les llegó a conocer como "Los Niños/Bebés del Milagro", o "El Milagro del Hospital Juárez"; la razón de este sobrenombre fue que en los siete días que estuvieron bajo los escombros, los bebés estuvieron completamente solos, no hubo nadie que les diera de comer o beber, nadie que los cubriera y les diera calor, y a pesar de tener todo en contra, los tres salieron vivos. Se recuerda que al momento de rescatar al primer bebe (una niña), todos los rescatistas y trabajadores pararon e incluso apagaron toda la maquinaria a la espera del llanto del bebé, que vino unos instantes después, corroborando que se encontraba con vida.
Como consecuencia, doce de los edificios multifamiliares del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco y nueve del Multifamiliar Juárez tuvieron que ser demolidos; en los seis meses siguientes fueron demolidos más de 152 edificios en toda la ciudad. Se recogieron 2,388,144 m3 de escombros; tan sólo para despejar 103 vías consideradas prioritarias se retiraron 1,500,000 t de escombros (110,600 viajes de camiones de volteo).
Más de un millón usuarios del servicio eléctrico quedaron sin servicio, y a los tres días del suceso sólo se había restablecido el 38% de éste. Entre los daños a este servicio se cuentan 1,300 transformadores, 5 líneas de transmisión, 8 subestaciones y 600 postes de luz.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro quedó afectado en 32 estaciones. La mayoría reanudó el servicio en los días subsecuentes de ese mes, sin embargo la estación Isabel la Católica no lo hizo sino hasta el 4 de noviembre de de ese año.
El servicio de autobuses de la antigua "Ruta 100" operó gratuitamente en el tiempo de recuperación de la ciudad.
El servicio de telefonía pública de la entonces empresa estatal Telmex fue gratuito hasta su privatización en los años 90.
Las alertas de sanidad se dispararon, siendo una de las más trascendentes la presencia de sangre (proveniente de las víctimas del sismo) en muestras del agua potable en toda la red de la ciudad.
Hubo escasez de agua como consecuencia de varias averías en el Acueducto Sur Oriente con 28 fracturas, la red primaria con 167 fugas y la red secundaria con 7,229 fugas. Drenaje afectado: Río La Piedad, 6,500 metros afectados; en menor grado, el Río Churubusco. Filtraciones de la lumbrera 9 a la 14 del Emisor Central y en 300 metros del Interceptor Centro-Poniente.
Más de 516,000 m² de la carpeta asfáltica de las calles resultaron afectados por fracturas, grietas y hundimientos (equivalentes a más de 80 kilómetros de una carretera de un carril). Los rieles del antiguo tranvía en la Colonia Roma, se salieron del asfalto. También quedaron destruidos y afectados más de 85,000 m2 de banquetas (aproximadamente el área del tamaño 12 canchas del tamaño del Estadio Azteca), más sus respectivas guarniciones (37,744 m).
Era imposible la comunicación exterior vía teléfono pues fue seriamente dañada su estructura. No fue sino hasta marzo de 1986 que se restableció en su totalidad el servicio de larga distancia nacional e internacional. Debido a esto, el número de telegramas y télex sumó 685,466, mientras que los comunicados por radio y televisión fueron más de 39,000.
El número de empleos perdidos por los sismos se estima entre 150,000 y 200,000.
Se crea la agrupación civil "Brigada de Rescate Topos Tlatelolco", grupo de rescate que ha auxiliado a la población incluso a nivel internacional llegando en la actualidad a participar en las labores de rescate del Terremoto del Océano Índico de 2004, fenómeno que generó una ola gigante conocida como tsunami y el Terremoto de Haití de 2010.

De inmediato la población civil se organizó improvisando estaciones de auxilio. La gente que podía donaba artículos y contribuía como le fue posible al esfuerzo de recuperación; esto incluyó mover piedras a mano, regalar linternas, cascos de protección, etcétera. Automóviles civiles se tornaron en vehículos de auxilio. Líneas de personas movían medicamentos para ser inspeccionados y posteriormente ser suministrados. Las primeras acciones organizadas fueron realizadas por los grupos scouts de las localidades afectadas, mismas que fueron sostenidas durante varios meses con la atención de damnificados. Cruces dibujadas con un color rojo sobre papel eran suficientes para identificar personal o locales de auxilio. Fue notoria la ausencia de una respuesta inmediata y coordinada de parte del gobierno de Miguel de la Madrid. El propio presidente demoró tres días en dirigirse a la nación y tomó otro tanto en comprender la magnitud de la desgracia. Debido a la falta y la tardanza de acciones por parte del gobierno federal, la población civil tomó en sus manos las labores de rescate. Eso implicó la auto-organización de brigadas, reforzadas especialmente por estudiantes de las carreras de medicina, ingeniería y ciencias. La UNAM, a pesar de no haberse visto afectada directamente, cerró sus puertas una semana suspendiendo clases para que los universitarios que así lo desearan pudieran integrase a las brigadas de rescate y ayuda. También fue notable el hecho de que la policía y el ejército tardaron en hacer presencia y su labor inicial se limitó a "resguardar" los edificios destruidos.

Diversos países enviaron ayuda humanitaria a México, entre la que se encontraban: víveres, ropa, equipos de auxilio, material de primeros auxilios, casas de campaña con capacidad para instalar 50 personas, equipos de supervivencia, potabilizadores de agua y diversos materiales más. Versiones extraoficiales indican que la mayor parte de dicha ayuda fue acaparada por miembros del gobierno de Miguel de la Madrid y no fue entregada a los socorristas de la Cruz Roja Mexicana o a la población que estaba debidamente organizada. Grupos de artistas llevaron a cabo funciones benéficas y reunieron víveres y medicinas para ayudar "a nuestros compatriotas en desgracia". Los reporteros del periódico El Universal, en sus recorridos por los albergues de las zonas afectadas por los sismos, vieron a actrices y cantantes como Yuri, Lilia Prado, Talina Fernández, Jeanette Arceo, María Medina, Ofelia Cano, Gloria Mayo, Rosenda Bernal, Pilar Pellicer, Columba Domínguez, Vicente Fernández y Gloria Mestre ayudando a sus semejantes.

1 comentario:

  1. Hola, llevamos trabajando en el documental "1985: HÉROES ENTRE RUINAS" mas de 2 años y realmente hemos tenido que ver muchas imágenes muy duras y puedo hacerme una idea (porque no es lo mismo que haberlo vivido) de lo que pudo ser pero lo que realmente me impactó fue el ver cómo la gente se unió, como se ayudaron unos a otros y eso es lo que más nos impulsó a seguir con el proyecto. Queremos dar un homenaje como se merece a todas esas personas que ayudan a otras en situaciones de catástrofe. Aunque no se crean héroes... para nosotros lo son. ¡Muchas gracias HÉROES! :D
    Aquí les dejo el tráiler para que puedan ver de qué va el documental.
    https://www.youtube.com/watch?v=QReU11hQg1U

    ResponderEliminar